Ahora te hablé y después de colgarte me quede 10 minutos inmóvil, pensando en la inmortalidad del cangrejo y en lo vacío que me sentí. Se me atoró algo en la garganta, me quede con un bola de ansiedad. Después de hablar contigo, sentí... feo.
(yo tambien me canse de tus promesas rotas...)
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