Fin de semana sexoso...

Mmmm... Guacala, que rico!

Nunca me han gustado los penes. Me parecen grotescos y de un sabor desagradable. De hecho, lo ultimo que quiero conocer de un hombre, es su pene. Siempre ha sido así.

Pero este hombre, este hombre... no, no, no, no. Tiene un pene precioso, hermoso, perfecto, limpiecito, bonito, fabulosamente derecho (porque hay versiones chuecas en la amplia gamma de penes), grande, pero no monstruosamente gigante. Es como... como... el pene de un Dios en el cuerpo de un mortal! Y no podía dejar de admirarlo, y de tocarlo, y de verlo otra vez.... y me enamore de el!

Pensé que me estaba volviendo frígido porque ultimamente el sexo me daba muchaaaa hueva. Pero este hombrecito, este flakito sabroso, despertó mi libido y hubo una explosión insaciable de sexo!!.... y queria mas, y mas, y mas, y mas... y me tuvieron que poner un alto sus pezones adoloridos y sus constantes eyaculaciones. Mmmm... quiero, quieroooo!!